El monitoreo constante de los contaminantes atmosféricos es vital en entornos urbanos, especialmente en este atípico contexto de pandemia. La calidad del aire tiene un impacto directo en la salud de los ciudadanos y, en tiempos en que las personas se ven obligadas a mantener distancia física, la interacción en espacios abiertos o al aire libre se ha vuelto imprescindible. Más que nunca, es necesario contar con información oportuna y en tiempo real acerca de la calidad del aire, que nos permita tomar decisiones y desarrollar políticas sustentadas en datos reales.
El Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible inauguró, a inicios de marzo, la primera estación de monitoreo de calidad del aire de referencia en Paraguay, ubicada en el Parque Guasu Metropolitano. La instalación se realizó en el marco del proyecto “Asunción ciudad verde de las Américas – Vías a la sustentabilidad”, liderado por el MADES e implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM).
Luego del primer mes de funcionamiento, la Dirección General del Aire empezó a procesar y analizar los datos que, si bien aún están siendo ajustados para mayor precisión, ya nos permiten comprender mejor la dinámica de la calidad del aire en nuestras ciudades. En el mes de marzo pudimos apreciar, con gran satisfacción, que los promedios diarios de los contaminantes atmosféricos no llegaron a sobrepasar los límites establecidos por la Resolución N°259/15 “Por la cual se establece Parámetros Permisibles de Calidad de Aire”.
¿Qué podemos aprender de estos datos?
El material particulado es un contaminante atmosférico que proviene principalmente de la quema de combustibles asociados al transporte vehicular, y del polvo generado por diferentes procesos como las construcciones, las rutas, los incendios entre otros. Este contaminante, en altas concentraciones, tiene efectos nocivos para la salud de las personas. Según los datos reflejados en el gráfico 1, se pueden observar las concentraciones por hora de material particulado con un diámetro menor a 10 micrones (conocido como PM10) y material particulado con un diámetro menor a 2,5 micrones (PM2,5).
En el gráfico se muestra como los fines de semana, cuando el tráfico vehicular disminuye, también baja la concentración de material particulado, exponiendo claramente la relación entre el tránsito y la calidad del aire. Asimismo, se puede observar el efecto de “limpieza” que tiene la lluvia sobre la calidad del aire, pues luego de las precipitaciones, las concentraciones de PM10 y PM2,5 disminuyen significativamente. Esto se debe a que el material particulado se disuelve con el agua y realiza un efecto lavador de la atmósfera.
Gráfico 1. Datos horarios de concentración de material particulado menor a 10 micrones y menor a 2,5 micrones, desde el 1 de marzo 2021 hasta el 25 de marzo 2021. En el eje izquierdo se presentan las concentraciones horarias, y en el eje derecho la precipitación horaria acumulada durante este tiempo.
¿Cómo entendemos que la calidad del aire fue buena?
Los límites permisibles de cada contaminante atmosférico están establecidos en la Resolución N° 259/15 de los parámetros de calidad del aire. Cuando el promedio diario de concentración de contaminantes atmosféricos supera esos límites, la calidad del aire empeora y esto puede tener efectos nocivos en la salud. Es importante aclarar que los límites permisibles se deben medir en base al promedio diario, es decir a la medición promedio dentro de un rango de 24 horas.
Esta concentración promedio diaria puede observarse en el gráfico 2, el cual indica que el promedio de 24 hs. no superó en ningún día del mes de marzo (que se tiene medición completa), lo permisible por la resolución ministerial, tanto en PM10 con en PM2,5.
Gráfico 2. Promedio diario (24hs.) de las concentraciones de PM10 y PM2,5 del 1 de marzo al 25 de marzo. También se presentan los limites admisibles por Resolución 259/15.
¿Cuáles son otros efectos de las condiciones climáticas en la calidad del aire?
En el gráfico 3 se puede observar un análisis más detallado del ciclo diario de la calidad del aire, mostrando el valor por hora (promedio) de la concentración de los contaminantes atmosféricos, para dos días del mes de marzo. Asimismo, aquí se expone la velocidad promedio del viento a nivel horario y la relación entre ambos índices.
Finalmente, podemos ver que las concentraciones más elevadas de PM10 y PM2,5 ocurren por la noche, con algunos picos a tempranas horas del día. Esto se debe a la inversión térmica que reduce la capacidad de mezcla de la atmósfera y, por ende, la capacidad de diluir los contaminantes. Esta inversión térmica y la reducción de la capacidad de mezcla se evidencia también en la reducción de las velocidades del viento.
Gráfico 3. Concentración horaria de PM10 y PM2,5 para dos días del mes de marzo. En el eje derecho se presentan las velocidades horarias del viento.
Los primeros datos reportados por la estación de monitoreo de calidad del aire nos permiten entender mejor el comportamiento y la concentración de los contaminantes atmosféricos, así como el efecto de las condiciones climáticas. Este tipo de análisis es clave para avanzar hacia el desarrollo de políticas que mejoren la calidad del aire que respiramos, por lo que contar con mediciones constantes es de vital importancia.
