Juan Antonio Secchia Oddone recibió de su abuelo 600 hectáreas de tierra en el área de influencia del Bosque Atlántico del Alto Paraná. Consciente de la importancia de producir de manera sostenible decidió implementar el sistema silvopastoril, con lo que logró duplicar su producción observando beneficios tanto para su ganado como para la pastura y la biodiversidad.
El Teniente Coronel Antonio Odonne Sarubbi combatió en la Guerra del Chaco, la más importante de Sudamérica del Siglo XX. En ese contexto difícil y hostil aprendió a convivir y a amar a la naturaleza, y ese fue el sentimiento que transmitió a sus descendientes, a quienes heredó tierras que tenía en Caazapá, región oriental del Paraguay.
“Mi abuelo, Antonio Oddone Sarubbi, nos donó en la década de los 90 estas 600 hectáreas de tierra para que podamos labrarla y con ello sostenernos económicamente. Tras haber defendido a su nación nos inculcó el respeto a la patria y a su naturaleza, nos incentivó a salir adelante y a producir responsablemente”, explicó el ganadero Juan Antonio Secchia Oddone.
Inicialmente, su finca llamada San Isidro Labrador contaba con 300 cabezas de ganado con los que producía leche, vaquillas y desmamantes.
En el 2012 decidió arriesgarse y probar una nueva forma de producir, buscando optimizar el uso de la tierra. Aplicó entonces el sistema silvopastoril, una alternativa productiva que combina árboles, pastura y animales en un mismo espacio para mejorar la productividad, y lo hizo inicialmente en 40 hectáreas con inversión propia. Más tarde, en el 2018, pudo duplicar esa superficie gracias al apoyo recibido por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y la Asociación Rural del Paraguay (ARP) para continuar expandiéndolo.
Este apoyo consistió en una parte de los 133.500 plantines que fueron donados a 4 fincas ganaderas de la zona con el objetivo de que apliquen el sistema silvopastoril en 200 hectáreas, siendo San Isidro una de ellas. El objetivo para este 2019 es duplicar esta superficie y llegar a las 400 hectáreas de producción bajo esta buena práctica, promoviendo la conservación de los recursos naturales y mejorando el proceso de producción de carne.
“Con el Sistema Silvopastoril, puedo producir mejor. El ganado se rodea de árboles que brindan sombra y por consecuencia los animales tienen una mejor calidad de vida. El suelo y el agua son alimentos vitales; los desechos de los animales son reutilizados y la pastura se constituye en el mejor alimento para ellos debido a su alto contenido en nutrientes. Antes contaba con 300 cabezas de ganado; hoy mantenemos una carga de 600 cabezas por año con una producción aproximada de 240 desmanantes por período, y además 100 litros de leche al día.
Dupliqué mi producción”, expresó Juan al destacar las mejoras alcanzadas con esta buena práctica.
Juan está seguro de que la aplicación de prácticas sustentables como el sistema silvopastoril va a permitir que sus dos hijos y sobrinos sigan produciendo en la misma tierra heredada de su bisabuelo, disfrutando de un aire fresco y limpio.
El apoyo que ha recibido Juan fue brindado en el marco del proyecto Paisajes de Producción Verde, el cual tiene como objetivo proteger la biodiversidad y las funciones de la eco-región del Bosque Atlántico del Alto Paraná a través de la capacitación a productores para la implementación de buenas prácticas agrícolas en la zona de influencia de este remanente boscoso, mediante una producción sustentable de commodities, colaborando con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 12 y 15. El proyecto es liderado por el MADES, implementado por el PNUD y financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM).
Resiliencia y sustentabilidad
Romper barreras para lograr mejoras ambientales requiere de una visión a futuro. Este factor es fundamental para el Dr. Raúl Doria, inversionista y ganadero quien destaca al Sistema Silvopastoril como alternativa eficaz para mejorar el sistema productivo y colaborar con la disminución de la presión de los bosques nativos al momento de producir, trabajando en conjunto con su familia, apunta a contribuir en la construcción de un mundo más resiliente para las generaciones venideras.
Para facilitar un escenario que logre el desarrollo sostenible, el Dr. Doria reforestó 1.000 has de su finca San Ramón (establecimiento de más de 2.000 has de superficie ubicado en Caazapá, zona de influencia del Bosque Atlántico del Paraná) de las cuales 300 son destinadas a la producción de biomasa (leña para energía) y otras 700 son para la cría de ganado. Con apoyo del MADES, aplicó el sistema silvopastoril en unas 200 hectáreas, superficie que cuenta hoy con paisajes verdes y sombra para el ganado. Estos factores facilitaron la duplicación de su producción: de haber iniciado con unas 500 cabezas de ganado hoy alcanza la producción de 1.000 por año. “El factor financiero se constituye en uno de los principales desafíos para muchos, y el apoyo del MADES es determinante en este sentido para aumentar su implementación. Además, este sistema genera puestos de trabajo para 50 personas de la localidad, e innumerables beneficios ambientales. Así, todos avanzamos” indicó.
Por su parte, el Dr. Esteban Vasconcellos, miembro de la ARP, considera que la apertura de los ganaderos en la aplicación de esta buena práctica hoy es mucho mayor. “Me parece importante que podamos generar este tipo de modelos de desarrollo, que sean replicados a nivel país. Se requiere de acompañamiento técnico y de proyectos como este” expresó.
Paraguay es el 16º productor de carne a nivel global y el 8º exportador de este commodity. Actualmente cuenta con más de 150.000 tenedores de ganado y 13.9 millones de cabezas en unas 26.000.000 has. distribuidas a lo largo del territorio. Este sector representa el 12,1% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, emplea a más de 358.000 personas entre ellos grandes, medianos, pequeños y microproductores, y representa el 11,3% de la fuerza laboral. El MADES, apunta a la construcción de una política y estándares para la producción de commodities sustentables colaborando así con los ODS que buscan una producción y consumos responsables. Esto no sería posible sin el compromiso de actores clave de la cadena productiva, principales protagonistas y protectores de la naturaleza.tectores de la naturaleza.
Sobre el Proyecto Paisajes de Producción Verde
Es liderado por el MADES. Tiene como objetivo proteger la biodiversidad y las funciones de la eco-región del Bosque Atlántico del Alto Paraná (BAAPA), en consonancia con los ODS 12 y 15. Es financiado por el FMAM e implementado por el PNUD, cofinanciado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Instituto Forestal Nacional (INFONA), la Mesa de Finanzas Sostenibles (MFS), ADM Paraguay SRL, Louis Dreyfus Company (LDC) y Cargill.