Paraguay enfrenta desafíos críticos derivados de los Contaminantes Climáticos de Vida Corta (CCVC), compuestos como el metano (CH₄), el ozono troposférico (O₃), los hidrofluorocarbonos (HFC) y el carbono negro (CN). Estos contaminantes aceleran el cambio climático y afectan la salud pública y los ecosistemas. Para abordar esta problemática y con el lema “Lo que ves, respiras, y lo que no, también“, el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES), en colaboración con el Instituto Global para el Crecimiento Verde (GGGI) y el Fondo Verde del Clima (GCF), ha desarrollado una Estrategia Nacional de CCVC para hacer frente a esta problemática.
Efectos e Importancia de los CCVC
Según el diagnóstico nacional, los CCVC contribuyen en un 45% del calentamiento global actual, y en Paraguay, su impacto en sectores como el transporte y otros es evidente. Entre estos contaminantes, el carbono negro y el metano son prioritarios, ya que su potencial de calentamiento es hasta 1,500 veces y 28 veces superior al del CO₂, respectivamente. La reducción de estos contaminantes podría ralentizar el calentamiento atmosférico y ofrecer beneficios para la salud en menos de una década.
El carbono negro, emitido principalmente por el transporte y la quema de residuos sólidos, contribuye al calentamiento acelerado en áreas de nieve y glaciares y afecta gravemente la salud respiratoria. El metano, por su parte, proviene de fuentes como los residuos sólidos, es uno de los gases de efecto invernadero más potentes en el corto plazo.
Los Contaminantes Climáticos de Vida Corta (CCVC), aunque permanecen por un corto período en la atmósfera, tienen un impacto significativo en el cambio climático y la calidad del aire, afectando principalmente a las poblaciones más vulnerables en términos de salud y seguridad alimentaria.
Estrategia Nacional para Controlar las Emisiones de CCVC
El MADES ha trazado una hoja de ruta que incluye medidas específicas para reducir los CCVC y mejorar la calidad del aire en Paraguay. La estrategia aborda las principales fuentes de emisión con iniciativas como:
- Electromovilidad en el sector transporte y uso de tecnologías limpias.
- Gestión de residuos sólidos y orgánicos, especialmente en zonas urbanas y rurales.
- Control de fuentes de emisión en la industria, aplicando tecnologías de combustión más limpia y sistemas de filtración en vehículos diésel.
Estas medidas se basan en la identificación de los sectores de mayor emisión, como el transporte, la quema de residuos entre otros. Para el diagnóstico, la metodología utilizada incluía la plataforma LEAP y los estándares del IPCC para un inventario detallado de los CCVC.
Desde enero del 2019, Paraguay está adherido a compromisos internacionales como el Protocolo de Montreal y su Enmienda de Kigali. El mismo fue ratificado por más de 140 países que se comprometen a reducir la producción y el consumo de HFC en más de un 80% durante los próximos 30 años para evitar más de 70 mil millones de toneladas métricas de emisiones equivalentes de CO2 para 2050.